Medicamentos para tratar el glaucoma y sus efectos secundarios
Se dispone de una variedad de opciones para tratar el glaucoma. Por ejemplo, gotas oftálmicas, procedimientos con láser y cirugía.
Se dispone de una variedad de opciones para tratar el glaucoma. Por ejemplo, gotas oftálmicas, procedimientos con láser y cirugía. Todos van dirigidos a disminuir la presión del ojo y, de esa manera, a proteger el nervio óptico.
Actualmente, en Estados Unidos las gotas oftálmicas suelen ser la primera opción para el tratamiento de pacientes. Para muchas personas, una combinación de medicamentos y tratamiento con láser puede controlar de manera segura la presión del ojo durante años.
Las gotas oftálmicas que se usan para controlar el glaucoma disminuyen la presión del ojo al ayudar a que el líquido de los ojos se drene mejor o disminuya la cantidad de líquido que el ojo produce.
Los medicamentos para tratar el glaucoma se clasifican según su ingrediente activo. Estos son: análogos de la prostaglandina, bloqueadores beta, agonistas alfa e inhibidores de la anhidrasa carbónica. Además, se cuenta con medicamentos combinados para los pacientes que necesiten más de un tipo de medicamento. Una clase de medicamentos más antigua, los agonistas colinérgicos (como la pilocarpina), actualmente ya no se usa en general debido a sus efectos secundarios.
Tipos de gotas oftálmicas para el glaucoma
Los análogos de la prostaglandina son: Xalatan® (latanoprost), Lumigan® (bimatoprost), Travatan Z® (travoprost) y Zioptan™ (tafluprost), y funcionan aumentando el flujo de salida de líquido del ojo. Tienen pocos efectos secundarios generalizados, pero se asocian con cambios en el ojo en sí, lo que incluye cambio del color del iris y crecimiento de pestañas. Según el individuo, una de estas preparaciones puede ser más efectiva y producir menos efectos secundarios. Ahora el latanoprost y algunas formulaciones de bimatoprost están disponibles en forma genérica. El tafluprost es un análogo de la prostaglandina sin conservadores.
Los bloqueadores beta como el timolol son la segunda clase de medicamentos utilizada con mayor frecuencia y funciona disminuyendo la producción de líquido. Están disponibles en forma genérica y, por lo tanto, pueden ser menos costosos. El timolol también está disponible en una formulación sin conservadores. Los efectos secundarios generalizados de los bloqueadores beta se pueden minimizar cerrando los ojos después de la aplicación o usando una técnica llamada oclusión del punto lagrimal, que impide que el medicamento entre en conducto de drenaje lagrimal y la circulación general.
Los agonistas alfa [Alphagan®P (brimonidina), Iopidine®] funcionan disminuyendo la producción de líquido y aumentando el drenaje. Alphagan P contiene el conservador Purite, que se degrada a componentes naturales de las lágrimas y se puede tolerar mejor en el caso de las personas con reacciones alérgicas a los conservadores de otras gotas oftálmicas. El Alphagan está disponible en forma genérica.
Los inhibidores de la anhidrasa carbónica (IAC) disminuyen la presión del ojo al reducir la producción de líquido intraocular. Está disponible en gotas oftálmicas [Trusopt® (dorzolamida), Azopt® (brinzolamida)] y en comprimidos [Diamox (acetazolamida) y Neptazane® (metazolamida)]. Con la excepción de la brinzolamida, todos los IAC están disponibles en forma genérica.
Los medicamentos combinados pueden ofrecer una alternativa para los pacientes que necesitan más de un tipo de medicamento. Además de la comodidad de usar un solo frasco de gotas oftálmicas en lugar de dos, la exposición a conservadores disminuye. También podría haber ciertas ventajas financieras, dependiendo del plan de seguro de salud. Cosopt® combina un bloqueador beta (timolol) y un inhibidor de la anhidrasa carbónica (dorzolamida) y está disponible en forma genérica y también como una formulación sin conservadores (Cosopt® PF). Combigan® combina un agonista alfa (brimonidina) con un bloqueador beta (timolol). Simbrinza® es un medicamento combinado sin bloqueadores beta que contiene brinzolamida y brimonidina.
Inquietudes acerca del tratamiento
Desde luego, ningún medicamento en gotas oftálmicas puede ser efectivo si no se aplica como lo recetan. Existen varios motivos por los que las personas en tratamiento para el glaucoma podrían no aplicarse los medicamentos.
Uno de ellos es que sencillamente ¡lo olvidan! Recuerde que la aplicación de los medicamentos diarios es uno de los retos del tratamiento de cualquier afección crónica, y el glaucoma no es la excepción. Algunas maneras de ayudarse a recordar son relacionar alguna actividad diaria habitual (como cepillarse los dientes) con la aplicación de los medicamentos, o programar recordatorios cronométricos en un reloj alarma o un teléfono celular.
Un segundo factor de la no aplicación de los medicamentos tal como se recetan es la economía. Los medicamentos para el glaucoma pueden ser costosos. Además, algunos medicamentos pueden estar cubiertos por el seguro de salud, pero otros no. El oftalmólogo le ayudará recomendándole la mejor opción para usted.
Otro factor que influye en el uso de las gotas oftálmicas son los efectos secundarios. Además de las reacciones adversas específicas del ingrediente activo, puede haber irritación de la superficie del ojo (conjuntiva y córnea) con todos los tipos de gotas oftálmicas. Esta irritación puede ser nueva en el paciente que jamás ha tenido síntomas, o manifestarse como un agravamiento de enfermedades de la superficie ocular preexistentes (como sequedad del ojo, meibomitis, etc.). En tales casos, el uso de medicamentos sin conservadores (Zioptan, Cosopt PF, Timoptic en Ocudose) o sin el conservador BAK (Travatan Z, Alphagan P) suele ser útil.
Tratamiento con láser
En el caso de los pacientes que no toleran los medicamentos o en los que un solo medicamento no ha sido adecuado, el tratamiento con láser sigue siendo una alternativa excelente. Cabe destacar que los procedimientos con láser también pueden ser el tratamiento primario. La ventaja de esta estrategia es que si se logra una disminución adecuada de la presión con el tratamiento con láser solo, la necesidad de aplicar medicamentos diarios podría demorarse, junto con los efectos secundarios asociados.
Por lo común, el efecto del tratamiento con láser no es permanente y, a la larga, muchos pacientes requieren medicamentos. Los tratamientos con láser más frecuentes para el glaucoma son la trabeculoplastia láser selectiva (TLS) y trabeculoplastia láser de argón (TLA).
Efectos secundarios de los medicamentos para el glaucoma
Estos son algunos de los posibles efectos secundarios de los tipos de medicamentos para el glaucoma que se recetan con mayor frecuencia.
- Análogos de la prostaglandina: posibles cambios en el color de los ojos y la piel de los párpados, punzadas, visión borrosa, enrojecimiento de los ojos, picazón, ardor.
- Bloqueadores beta: presión arterial baja, disminución de la frecuencia cardíaca, fatiga, falta de aliento; en casos infrecuentes: disminución de la libido, depresión.
- Agonistas alfa: ardor o punzadas, fatiga, dolor de cabeza, somnolencia, sequedad en boca y nariz, probabilidades relativamente más altas de reacción alérgica.
- Inhibidores de la anhidrasa carbónica: en gotas oftálmicas: punzadas, ardor, molestias oculares; en comprimidos: hormigueo en manos y pies, fatiga, indisposición estomacal, problemas de memoria, necesidad de orinar con frecuencia.
Los efectos secundarios de los medicamentos combinados pueden ser cualquiera de los efectos secundarios de los tipos de medicamento que contienen.
Para obtener más información, consulte nuestra Guía de medicamentos para el glaucoma.
Sunita Radhakrishnan, MD
Sunita Radhakrishnan, MD specializes in the medical and surgical treatment of glaucoma at the Glaucoma Center of San Francisco and is Research Director at the Glaucoma Research and Education Group in San Francisco.