¿Está bien usar marihuana para tratar su glaucoma?

A medida que el consumo de marihuana se vuelve más aceptado y cada vez más legalizado, los pacientes con glaucoma tienen preguntas sobre su eficacia como opción de tratamiento viable.

La marihuana se ha legalizado para uso medicinal en 30 estados de los EE. UU. y para uso recreativo en 9 estados. La Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (Drug Enforcement Agency, DEA) la clasifica como una sustancia controlada de la lista número uno (Schedule I) (la misma categoría que la heroína y el LSD). Sin embargo, las percepciones y actitudes con respecto al consumo de marihuana siguen evolucionando, cada vez con mayor interés en su potencial terapéutico.

Capacidad de disminuir la presión intraocular

La capacidad de la marihuana de disminuir la presión intraocular (PIO) se descubrió en la década de 1970. La PIO elevada es el principal factor de riesgo para el glaucoma y la disminución de la PIO es actualmente el único tratamiento. Los médicos y científicos se han preguntado si la marihuana podría utilizarse como terapia para disminuir la PIO y prevenir el avance del glaucoma. Los pacientes que tienen glaucoma también están interesados en saber si la marihuana se puede utilizar para tratar el glaucoma.

Si bien la marihuana disminuye la PIO, tiene importantes desventajas como tratamiento para una enfermedad crónica y a largo plazo como el glaucoma. En primer lugar, a diferencia de las gotas oftálmicas convencionales para el glaucoma (algunas de las cuales tienen efecto durante hasta 24 horas), fumar THC disminuye la presión ocular solo durante 3 o 4 horas. Para controlar la PIO, se necesitarían entre 8 y 10 dosis de marihuana por día. Esto no solo costaría más que el tratamiento habitual para el glaucoma, sino que además los efectos secundarios físicos y mentales del consumo frecuente de marihuana impedirían el funcionamiento de forma productiva. Por ejemplo, aunque los usuarios disfrutan sus efectos eufóricos, la marihuana también afecta el juicio y la coordinación, aumenta la paranoia, eleva la frecuencia cardíaca y produce irritación en los ojos.

Preocupaciones de seguridad a largo plazo

También existe preocupación con respecto a la seguridad a largo plazo del consumo de marihuana, debido a que está asociada al daño pulmonar permanente cuando se la fuma, y a posibles efectos adversos permanentes en la cognición y la salud mental. Con el uso regular, se desarrolla tolerancia a los efectos de disminución de la presión ocular, lo que significa que se necesitaría aumentar los niveles de consumo para evitar el avance del glaucoma. Por último, la falta de reglamentación y de control de calidad hace que la eficacia y la seguridad de la marihuana sean impredecibles. Existen investigaciones en marcha para desarrollar gotas oftálmicas con THC que puedan disminuir de forma eficaz la presión ocular y, al mismo tiempo, minimizar los efectos secundarios, pero todavía no han tenido éxito.

Por estos motivos, mientras que la marihuana disminuye la presión ocular, no se recomienda como tratamiento médico para el glaucoma. Si usted consume marihuana, infórmeselo a su oftalmólogo, ya que puede tener un impacto en las lecturas de su presión ocular. Además, es muy importante que continúe con su actual tratamiento para el glaucoma y con el monitoreo regular según lo recomendado por su oftalmólogo.

 

 

Kathryn E. Bollinger, MD, PhD

Kathryn E. Bollinger, MD, PhD

Kathryn E. Bollinger, MD is a glaucoma specialist, Associate Professor of Ophthalmology, and Director of Glaucoma Service at the Medical College of Georgia at Augusta University. Dr. Bollinger completed her ophthalmology residency and glaucoma fellowship at the Cole Eye Institute, Cleveland Clinic.