La diabetes y la vista

La diabetes es una enfermedad compleja resultante de la incapacidad del cuerpo para producir insulina.

La diabetes es una enfermedad compleja ocasionada por la incapacidad del cuerpo para producir insulina, una hormona que elimina el azúcar de la sangre y lo transporta a las células, donde puede usarse para obtener energía.

Sin suficiente insulina, hay demasiado azúcar en la sangre. Es como tener un auto lleno de gasolina, pero sin llave; tiene el combustible que necesita, pero no puede empezar a usarlo.

La diabetes afecta a más de 29 millones de estadounidenses. La forma más común de diabetes es la diabetes de inicio en la edad adulta. La diabetes de inicio en la edad adulta generalmente afecta a las personas mayores de 40 años, con sobrepeso y con un estilo de vida sedentario.

Otros factores de riesgo incluyen aquellos con antecedentes familiares de diabetes y aquellos que pertenecen a ciertos grupos étnicos. Las personas de ascendencia africana, nativa americana, japonesa, latina o polinesia tienen mayor riesgo.

Enfermedad ocular diabética

Una complicación común de la diabetes es la enfermedad ocular diabética. La enfermedad ocular diabética se refiere a un grupo de problemas oculares que ponen en riesgo la vista y que pueden desarrollar las personas con diabetes.

El glaucoma es una de estas enfermedades.

La enfermedad ocular diabética también incluye retinopatía diabética y cataratas. La retinopatía diabética, una enfermedad que daña los pequeños vasos sanguíneos de la retina (el tejido sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo) es la enfermedad ocular diabética más frecuente. La retinopatía diabética afecta a casi 7.7 millones de estadounidenses mayores de 40 años.

Una catarata es un enturbiamiento del cristalino del ojo que provoca que la visión normal se vuelva borrosa. Las personas con diabetes tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar cataratas que otros adultos. Las cataratas también tienden a desarrollarse a una edad más temprana.

Diabetes y glaucoma

La relación entre la diabetes y el glaucoma de ángulo abierto (el tipo más común de glaucoma) ha intrigado a los investigadores durante años. Las personas con diabetes tienen el doble de probabilidades de desarrollar glaucoma que las personas no diabéticas, aunque algunas investigaciones actuales están comenzando a poner esto en duda. De manera similar, la probabilidad de que una persona con glaucoma de ángulo abierto desarrolle diabetes es mayor que la de una persona sin la enfermedad ocular.

El glaucoma neovascular, un tipo raro de glaucoma, siempre se asocia con otras anormalidades, siendo la diabetes la más común. En algunos casos de retinopatía diabética, los vasos sanguíneos de la retina están dañados. La retina fabrica vasos sanguíneos nuevos y anormales.

El glaucoma neovascular puede ocurrir si estos nuevos vasos sanguíneos crecen en el iris (la parte coloreada del ojo), cierran el flujo de líquido en el ojo y aumentan la presión ocular. El glaucoma neovascular es una enfermedad difícil de tratar. Una opción es la cirugía con láser para reducir los vasos sanguíneos anormales en el iris y en la superficie retiniana. Estudios recientes también han demostrado cierto éxito con el uso de implantes de drenaje.

Proteja sus ojos

Dado que las complicaciones oculares son frecuentes con la diabetes, es muy importante que las personas con diabetes se examinen los ojos con regularidad. El Instituto Nacional del Ojo (National Eye Institute) recomienda que las personas con diabetes se realicen un examen de fondo de ojo al menos una vez al año.


Agradecemos especialmente al Dr. Jorge Alvarado, profesor de oftalmología del Departamento de Oftalmología de la Universidad de San Francisco, San Francisco, California, por colaborar con este artículo.